Políticas de inclusión no distinguen las necesidades de la población beneficiaria

Las políticas de inclusión de las entidades gubernamentales e instituciones asistenciales y educativas no diferencian las necesidades específicas de los grupos a los que buscan beneficiar, sino que generan estrategias de inclusión homogéneas para la atención de asuntos de género, marginación, pobreza, personas con discapacidad e intercultaridad, expuso el Dr. José Luis Iturrioz Leza, en el marco del segundo día de actividades de “Conectáctica, buenas prácticas académicas” que alberga el Centro Universitario del Sur (CUSur).
 
El académico del Departamento de Estudios en Lenguas Indígenas del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), señaló que las políticas de inclusión por lo general están focalizadas en la atención de las personas con discapacidad, situación que “parece ser el prototipo cuando se habla de las dificultades para entrar en la universidad”, siendo que existen diversos grupos vulnerables.
 
Esta situación, agregó, es reproducida por la prensa cuando la discapacidad e interculturalidad “presenta características específicas tanto en el plano conceptual como en el discursivo y de las acciones prácticas”.
 
Por una parte la discapacidad es expuesta desde el enfoque práctico, es decir, “qué medidas hay que tomar físicamente en los planes de estudio, para hacerles la universidad accesible”; mientras que la interculturalidad está presente en el discurso, en el plano conceptual, pero no en el de las acciones prácticas, “es como si todavía no entendiéramos ese problema, nos movemos en el plano de conceptualidad pero no pensamos qué medidas podemos tomar para salir al paso”.
 
En ese sentido, destacó el investigador, la Universidad de Guadalajara ha comenzado a generar estrategias y políticas diferenciadas con la aprobación por el Consejo General Universitario del Bachillerato Intercultural Tecnológico, que en este año abrirá el primer plantel en la zona wixárika, con clases en la lengua materna y con dos carreras profesionales técnicas: Agropecuario y forestal, y Diseño y confección de prendas de vestir y artesanías.
 
“Un ejemplo de cómo se puede apoyar el desarrollo de las comunidades indígenas desde su propia cultura, es el proyecto de bachillerato wixárika o bachillerato huichol que se está poniendo en marcha en nuestra universidad, con el seguimiento y apoyo de la Rectoría y en diálogo con la comunidad indígena wixárika… estamos entrando firmemente a la interculturalidad, no al ʽtemaʼ de la interculturalidad”, subrayó Iturrioz Leza.
 
Esta acción rompe el paradigma, ya que desde el siglo pasado las políticas educativas en los pueblos tradicionales llegaron con “programas y métodos unitarios y uniformadores, desligados de la especificidad cultural de cada pueblo”, por lo tanto, la escuela fue -y continúa siendo- vista como “una institución ajena, traída de fuera y en buena medida impuesta”, que integra al indígena en escenarios culturales hispanohablantes e impone conductas y pensamientos occidentales.
 
“La interculturalidad es la vía más adecuada para superar el etnocentrismo y lograr el entendimiento entre los pueblos, y tiene que nacer de un verdadero diálogo entre las culturas que conviven y desean comunicarse. De lo contrario, el discurso de la interculturalidad se convierte en un velo que solapa la asimilación de las culturas dominadas”, concluyó el Dr. José Luis Iturrioz Leza.
 
El Centro Universitario del Sur (CUSur) alberga el encuentro de académicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), “Conectáctica, buenas prácticas educativas”, que tiene como objetivo ser un espacio para la reflexión e intercambio de experiencias en prácticas docentes que permitan la innovación, la experimentación y la aplicación en la formación integral de los estudiantes”.
 
 
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Ciudad Guzmán, Jal., 21 de julio 2016