Formar profesionistas críticos, reflexivos y sin miedo: retos de la educación superior

Cd. Guzmán, Jal. CCS. El estado de violencia, la precariedad económica y el desequilibrio social que caracteriza a varios países del mundo, entre ellos México y España, plantea a las universidades el reto de formar profesionistas críticos, reflexivos y sin miedo, dijo José Manuel Ríos Ariza, profesor e investigador de la Universidad de Málaga.
 
El miedo, dijo el conferencista invitado al Centro Universitario del Sur (CUSur), genera una cierta parálisis social, y de ahí al ejercicio de una democracia imperfecta que afecta a las sociedades actuales en las que la prevalencia de la pobreza, la inequidad y la incertidumbre económica hace difícil la elaboración de políticas públicas adecuadas.
 
Entre los detonadores de cambios para el futuro se encuentran una economía consumista y la globalización; la caracterización de una sociedad atemorizada por circunstancias de violencia y pobreza latente; las redes sociales virtuales, -que no deben sustituir a las relaciones sociales reales-; el desarrollo tecnológico y su hibridación con los cambios de la medicina y la biología; y la extinción masiva de especies y el cambio climático.
 
La globalización, precisó, ha permeado el poder y control político de los países. Los gobernantes de hoy –a diferencia de los de hace un par de décadas- no tienen el control total de las naciones que los eligieron democráticamente dada la dinámica internacional en que están inmersos. Ejemplo de ello es cómo el sobrevaluado mercado chino trae en jaque a las bolsas mundiales, o la guerra del precio del petróleo en el mundo árabe y la afectación a nivel internacional.
 
En cuanto al miedo, una muestra de cómo afecta en el mundo las relaciones sociales es el proceso por el que hay pasar en los aeropuertos en todos los países. Ahí el exceso de control inhibe la libertad. En este sentido fue categórico “vivir implica un riesgo y la sociedad actual nos empuja a no correr riesgos, a dejar de vivir con libertad”, situación que por ningún motivo podemos permitir para nuestros estudiantes. “El miedo se combate en grupo”, agregó.
 
Ante ello Ríos Ariza recomendó a las universidades dentro del proceso de construcción de conocimiento en el aula, brindar lecturas de fuentes de calidad, de diversas áreas y campos, que confronten la realidad para así generar la capacidad de análisis, cuestionamiento e interpretación y llegar a conclusiones e inferir consecuencias y soluciones con una visión de prospectiva.
 
Así, las universidades iberoamericanas han de cuidar que exista un equilibrio entre la docencia y la innovación así como introducir criterios humanistas de calidad y no solo economicistas de los procesos internos de las instituciones; además de una actualización permanente de los perfiles de egreso de los programas educativos pues las innovaciones para tener éxito deben ser compartidas, debatidas y aceptadas por un grupo amplio de los implicados, puntualizó.
 
A T E N T A M E N T E
 "Piensa y Trabaja"
 
 Ciudad Guzmán, Jal., 12 de enero 2016