Publican guía de cuidados y alimentación en pacientes con Alzheimer y Parkinson

Las enfermedades neurodegenerativas son un problema de salud pública ya que estiman una afectación entre el 5 y 7 por ciento de la población mexicana, además existe poca información sobre los cuidados y el tipo de alimentación que debe tener un paciente con Alzheimer y Parkinson, expusieron el neurólogo José Luis Orozco Ceballos y la investigadora Mónica Navarro Meza.
 
En la presentación del libro “Cuidado y alimentación en la neurodegeneración, Alzheimer y Parkinson. Información básica” en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Navarro Meza alertó sobre el abuso en el consumo de ciertos alimentos, como los azúcares y las grasas saturadas pues estudios han demostrado su toxicidad en las células cerebrales o neuronas.
 
A la vez señaló que, por el contrario, hay antioxidantes como la vitamina E, C y A cuyo consumo “adecuado” ha demostrado generar “un factor protector” ante enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, aunque la alimentación es una actividad individualizada ya que cada organismo absorbe y reacciona de forma distinta a los alimentos.
 
“Muchas personas creen que si comen cierto alimento van a quedar protegidos, como si fuera una vacuna, pero no es así… Hay algunas cantidades que podemos considerar en la dieta de vitaminas antioxidantes, como la vitamina E, C, A, el consumo adecuado tiene un factor protector, inclusive en pacientes con neurodegeneración el incremento en la dieta de ácido fólico tiene un efecto significativo en su tratamiento”, precisó la investigadora de CUSur luego de reseñar la estructura del libro.
 
En tanto, el neurólogo Juan Luis Orozco Ceballos comentó que a partir de los cambios en la pirámide poblacional del país las enfermedades crónicas del sistema nervioso central se han convertido en un problema de salud pública, y aunque la autoridad sanitaria estima entre 5 y 7 por ciento el impacto de este tipo de enfermedades, la cifra crece cuando se amplía a 70 años la población estudiada.
 
“Las expectativas de vida pueden modificarse si hacemos cambios desde hoy mismo y en eso influye mucho esta obra, otorgarle al paciente y al cuidador para mantener una alimentación preventiva, porque sabemos que tenemos que estar activando el cerebro. Si nos damos cuenta de la magnitud del problema no va a haber sistema de salud que pueda soportar los gastos de la atención del paciente mayor de 70 años, aunque hemos visto pacientes jóvenes con enfermedades degenerativas”.
 
Por último, los autores del libro impreso por Editorial Universitaria señalaron que las enfermedades neuronales no tienen un origen claro, sino que en el desarrollo de Alzheimer y Parkinson tienen factores multifactoriales, entre ellos la herencia genética, los estilos de vida –poco sanos- y la ausencia de actividad física, así como los contaminantes.
 
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”

Ciudad Guzmán, Jal., 08 de noviembre de 2015